La metodología Scrum se engloba dentro del marco de los proyectos ágiles. Concretamente es una de las metodologías de desarrollo que podemos aplicar en la gestión de proyectos ágiles.
La máxima de la metodología Scrum consiste en cumplir los objetivos en el menor tiempo posible. Para ello, todos los miembros del equipo deben saber exactamente cuáles son sus tareas y cuál es su plazo de entrega.
El nombre de esta metodología (Scrum) viene el mundo del rugby y significa literalmente “melé”. En el juego, todos los jugadores actúan como un equipo para conseguir que la pelota avance; en scrum, todos los miembros del equipo deben actuar en sintonía para conseguir los objetivos del proyecto.
Funcionamiento de la Metodología Scrum
La metodología Scrum se desarrolla mediante “sprints” (cortos periodos de tiempo de determinada duración). La duración se cada sprint puede variar (de media suelen durar de 2 a 4 semanas). Cuando finaliza un sprint, el equipo presenta el trabajo, se reúne y se analiza los objetivos conseguidos; así como posibles problemas, para mejorar los resultados.
Como decíamos, esta metodología se enmarca dentro de las metodologías ágiles; y además se basa en 4 pilares fundamentales:
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Flexibilidad: a la hora de adoptar cambios durante la ejecución del proyecto.
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Factor humano: como herramienta para la consecución de objetivos.
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Colaboración con el cliente: como vía para ajustar el trabajo a las necesidades reales durante el desarrollo del proyecto.
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Desarrollo interactivo: como forma de asegurar los resultados específicos.
Además, esta metodología también se desarrolla de acuerdo a 5 valores básicos:
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Coraje. Es necesario tenerlo para aceptar riesgos y poder adaptarse a los cambios.
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Foco. Todo el equipo debe enfocarse en los objetivos y centrarse en los sprints para centrar sus esfuerzos.
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Compromiso. Cada miembro del equipo debe estar comprometido con los objetivos e involucrarse para aportar su mayor esfuerzo en cumplir los objetivos.
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Sinceridad. La comunicación es la clave; todos los miembros del equipo deben exponer en la fase del trabajo en la que se encuentran y qué posibles dificultades o ventajas están encontrando.
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Respeto. Entre compañeros resulta fundamental para poder colaborar y aprender los unos de los otros. Hay que respetar el conocimiento y la experiencia de cada miembro del equipo.
Roles de la Metodología Scrum
Dentro de los equipos que trabajan con la metodología Scrum, encontramos diferentes roles para cada miembro del equipo.
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Product Owner: es el responsable del proyecto. Se encarga de identificar exactamente lo que el cliente necesita y hacer que el equipo lo comprenda y lo lleve a cabo.
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Scrum Master: cumple 2 funciones principales: gestiona la metodología y elimina los obstáculos que el equipo pueda tener para cumplir los objetivos dentro de cada sprint.
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Scrum team: el resto de personas del equipo serían parte del Scrum team. Son los encargados de desarrollar las actividades de cada proyecto. En función de su especialidad o de sus habilidades, cada persona se encarga de una serie de tareas.
En definitiva, la metodología Scrum nos permite mejorar nuestra forma de trabajar y conseguir ser más productivos. La adaptabilidad a los cambios resulta fundamental no solo para Scrum, sino para cualquier metodología ágil.
